El curso se realiza entre profesorado de diferentes países de Europa, Grecia, Alemania, Suecia, España, Finlandia y Dinamarca. Uno de los ejes principales que se expusieron desde el primer minuto fue la diferencia entre educación multicultural y educación intercultural. La primera considera que la integración es por parte de las personas inmigradas, mientras que la segunda considera que se da una integración mutua.
El profesorado de los países del norte (Suecia, Finalandia, Alemania y Dinamarca) tenía muy claro que había que priorizar el papel del profesorado docente como conductor de una buena atmósfera en el aula. La comodidad, la confianza y la aceptación del alumnado entre sí genera un buen clima en el que poder discutir y crear debate en relación con el pensamiento crítico y creativo, y poder enfatizar las ventajas de la diversidad. En los países del sur (Grecia y España) se tenía presente que había que generar un cambio en la escuela tradicional tal como se conoce y fomentar el aprendizaje cooperativo; de esta manera se alcanzarían las competencias interculturales y así se podrían eliminar los estereotipos que se perciben en nuestra sociedad. Es muy difícil que el alumnado aprenda la importancia de la cooperación y el trabajo en equipo, cuando en nuestro sistema educativo se fomenta la competitividad y destacar individualmente.
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