La manera en que las personas aprendemos, interaccionamos y nos relacionamos ha cambiado y evolucionado rápidamente debido al impacto de las nuevas tecnologías.

Esto conlleva una necesidad de transformación del sistema educativo basada en los resultados arrojados por las evidencias científicas sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje. En su práctica educativa, los maestros y maestras deben partir de un enfoque centrado en las evidencias que nos aportan las ciencias que estudian los procesos de enseñanza y aprendizaje.
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