La necesidad de plantear escuelas con apertura a la ciudad, con espacios comunitarios, en contacto con la naturaleza, con valores estéticos y creativos, choca con la realidad actual de las infraestructuras escolares.

Se debe pensar en un horizonte común, abierto, flexible, múltiple, pero no se puede aceptar una solución única y hegemónica, ni modelos que se propagan como pautas adaptables a cualquier contexto al modo de una franquicia.
Aquí puedes leer el artículo de la revista Aula de Infantil.
Esta entrada también está disponible en: Euskera