Las instalaciones de juego son contextos lúdicos concebidos desde el encuentro y la intersección entre juego, arte y cultura en los que la infancia tiene la oportunidad de contar su historia y compartir ese relato con los demás a través del juego.

Estos despacios desvelan la identidad del yo en el nosotros.
Con los juegos los niños y niñas pueden expresar y compartir los tres registros que hacen que se produzca el desarrollo integral del psiquismo, que son: lo real, lo imaginario y lo simbólico.
Clic aquí para leer el artículo de la revista Aula.
Esta entrada también está disponible en: Euskera