Durante los primeros meses y años de vida, la creación de nuevas conexiones neuronales es espectacular,
el cerebro brota, y se crean hasta 10.000 conexiones por neurona. En esta etapa, el cerebro del niño dispone de muchas capacidades potenciales, aún no está especializado, y eso hace que la eficiencia de la plasticidad cerebral sea muy elevada y que, por tanto, cualquier aprendizaje se lleve a cabo muy rápidamente.
Una sobreestimulación durante los primeros años de vida no solo es innecesaria, sino que puede ser contraproducente para un cerebro tan vulnerable.
Puedes hacer click aquí para leer, al completo, el artículo publicado en Aula de Infantil nº 85, escrito por Marta Portero Tressera. Haciendo click aquí puedes acceder a bibliografía recomendada sobre el tema neurociencia-neuroeducación.
Esta entrada también está disponible en: Euskera