Reflexionar consiste en pensar sobre lo que hemos hecho, cómo se ha hecho y qué se ha aprendido; todo ello favorece las experiencias educativas, potenciando el aprendizaje.
Las reflexiones se pueden hacer de manera individual o de forma grupal; pero también existe la reflexión con colaboradores, que consiste en una reunión conjunta para poner en común qué esperamos de la otra parte y así poder aprender recíprocamente.
Con la reflexión, una experiencia se convierte en una oportunidad de aprendizaje.
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