Una manera de contribuir a la promoción de la escuela inclusiva consiste en escuchar las opiniones del alumnado hacia la escuela. Así se pueden identificar los espacios de la escuela que el alumnado aprecia como seguros y los que pueden ser un obstáculo para su participación.
Es necesario generar espacios y tiempos en los que niñas y niños puedan hablar sobre las cuestiones que les preocupan, asegurando formas de comunicación más horizontales.
Aquí puedes leer el artículo de la revista Aula.
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