En la zona educativa de Cornellà de Llobregat y Sant Joan Despí (Barcelona) se ha llevado a cabo un proceso que consiste en generar una nueva cultura de la evaluación.
Ello implica una participación amplia y significativa por parte de los centros en todas las etapas del proceso y conlleva cambiar la cultura y la práctica de la evaluación. Se ha comprobado que este proceso de análisis y cambio comporta profundizar en muchos más aspectos de la práctica escolar, como la gestión de las emociones, los valores o el trabajo cooperativo en el aula.
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